la_rinconada_panoramicaA nueve kilómetros de la capital, en pleno corazón de la Vega y en el arco Norte metropolitano se localiza La Rinconada (www.larinconada.es), una ciudad de futuro de estratégica situación en la provincia que cuenta con 138,4 kilómetros cuadrados de superficie y una tupida red de comunicaciones y carreteras que, con la incorporación de la autovía de acceso Norte, se ha recortado la distancia temporal con la capital a poco más de cinco minutos.

Limita al Norte con los municipios de Alcalá del Río y Brenes, al Oeste con La Algaba y al Este con Carmona.

La Rinconada ha sabido reencontrarse con el Guadalquivir de la mano del parque El Majuelo, 90.000 metros cuadrados de ribera, que duplicará su tamaño, donde la flora mediterránea es protagonista de un entorno de singular y tranquila belleza acorde con una localidad que mira con respeto hacia mayores cotas de calidad de vida.

A lo largo del término municipal se encuentran varios núcleos de población correspondientes a concentraciones rurales, además de los perfectamente consolidados de La Rinconada-pueblo y San José de La Rinconada (barrio).
Éstos son: El Gordillo, La Jarilla, Tarazona, Tarazonilla, Los Abetos, El Castellón, Los Labrados, Casavacas y El Toril.

La Rinconada se consolida como municipio receptor de población y desde 1993 experimenta un crecimiento de 900 habitantes al año. Cada año suma casi mil rinconeros más. El municipio lleva casi una década absorbiendo el éxodo de población que Sevilla despide y que el saturado Aljarafe ya no puede asumir, afluencias con las que ha conseguido colocar el listón de vecinos en más de 35.000 habitantes.

La cercanía a la ciudad y la búsqueda de una mayor calidad de vida, con menos estrés y mejores dotaciones educativas, deportivas, culturales y sociales, parecen ser las principales razones que lleva a La Rinconada a ser uno de los escasos pueblos que caminan hacia la categoría de ciudad y que crece, al contrario de lo que el Instituto Nacional de Estadística (INE) considera que ocurre en los pueblos de la Vega y de la Sierra Norte así como en la misma Sevilla.

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